Pues ir al pantano es sinónimo de tranquilidad, paz, sosiego, lectura obligada de dos periódicos con sus respectivos suplementos, mientras que los críos están disfrutando de la piscina,, pero ir al pantano también significa comilona, las titas nos cuidan muy bien, el menú del sábado fue: primero el aperitivo compuesto de boquerones en vinagre, patatas tiesas
con mis dos fresquitas cervezas, y la comida compuesta de migas de harina, con sus correspodientes complementos: boquerones fritos, panceta, melon, pimientos fritos....
Por la noche cene poco, pero además sin mucho entusiasmo...
Ya estando en casa tranquilo, recibo la triste noticia que el suegro de un hermana mia, se ha muerto, camibo de planes se anula el padel para el domingo, y habia que bajar a motri, el domingo temprano, por tanto el domingo no podre quemar calorias.
Domingo por la mañana madrugon , siete de la mañana diana, y me enfreto a la tortura diara, el peso; son segundos una vez subido a la bascula lo que sale tu peso, pero se te hace interminalbe, se te viene a la cabeza todos los excesos cometidos el sabado... oh, sorpresa peso 103, 800. la cosa promete, y estoy contento, sigo manteniendo a raya la cifra de los 104 kilos. No podemos olvidar que cuando retome estos relatos mi peso era de 105, 400.
Domingo tranquilo, una vez que vuelvo de motril, en casa en el sofa, y viene la comida: patatas fritas , chorizo, huevo frito, claro y no hubo miseria comí, y bien
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